A mediados del año 2009, Juana Gabriela Pineda Wilamo, residente en el sector de Villa Esperanza Verón, inició una relación sentimental con Luguelin Matos, quien entonces contaba con 23 años de edad y se había trasladado desde su pueblo de origen, Barahona, hasta el distrito turístico.
A pocos meses, la relación entre el joven y la quinceañera se tornó conflictiva, según familiares de Pineda. El problema eran los arranques de furia de Luguelin, producto, supuestamente, del consumo habitual de estupefacientes.
“El olía de todo y luego le entraba a golpes. Una vez el papa de Juana se enfrentó a Luguelin con un machete, furioso por los golpes que este había dado a su hija,” expreso una vecina de la víctima.
Informes de la Fiscalía Distrital revelaron que Matos había sido sometido a la acción de la justicia en más de una ocasión, acusado de uso y comercialización de sustancias prohibidas. También reposa en su contra una demanda por manutención , interpuesta por una pareja anterior con la que procreó una niña. El 25 de diciembre de 2012, luego de salir de la cárcel de Higüey, Matos le propinó una golpiza a Pineda. La madre de la joven, Modesta Wilamo, relata que cuando se enteró del hecho fue a buscar a su hija a la residencia de Matos, a lo que este respondió atacándolas a tiros.
Wilamo afirmó que se dirigió los dos destacamentos policiales de Verón a presentar la denuncia, llevando consigo los casquillos de las balas, como prueba contundente de la agresión, pero los agentes del orden le dijeron que esos eran problemas de pareja que terminan arreglándose.
La madrugada del pasado domingo, a la 1: 15 minutos, Matos tocó la puerta de la casa número 3 del sector de Cosobo, Ensanche Boulevard, donde reside Amarilis Pineda, hermana de Juana. Amarilis abrió la puerta y Luguelin entró intempestivamente dirigiéndose a Pineda para exigirle que se fuera con él, a lo que esta se negó. Cuando Amarilis se percató de que Matos estaba armado, salió despavorida con su hija en brazos, acción que el agresor aprovechó para cerrar la puerta con pestillo.
Ya en el patio, Amarilis escuchó varios disparos. Minutos más tarde, Juana mortalmente herida, salió en busca de ayuda. Luguelin aun dentro de la vivienda se apuntó a la sien y disparó.
“Cuando llegamos al lugar del hecho a las 3:30 de la mañana, encontramos el cadáver del Sr. Matos tendido el suelo y alrededor, un revólver viejo sin numeración legible, lo que le llaman a nivel barrial “chapiao”, declaró el fiscal adjunto de Verón, Magistrado Hendrich Ramírez. La joven Pineda fue trasladada al Centro de Atención Primaria de Verón y de ahí al Centro Médico Hospiten, donde finalmente falleció.
“Esa era mi niña bonita que con tanto esfuerzo crié. Yo le decía, déjalo que si el te maltrata es porque no te quiere. Ella sólo quería terminar la escuela para estudiar medicina”, dijo entre sollozos la madre de Pineda.
El cadáver de la joven, que en vida era risueña y tenía aspiraciones de convertirse en médico, fue sepultado el pasado martes 5 marzo a las 10 de la mañana, entre lamentos y llantos de amigos y familiares.
Escrito por Scarlet Hernández
Fuente: Bavaronews
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