No obstante, cuando aterrizaron los padres del niño se pusieron en contacto con el aeropuerto de Sudáfrica para obtener más información y reclamar lo sucedido, publica Mirror. Debido a la consternación de los padres, las autoridades aeroportuarias han emitido un comunicado en el que aseguran que cualquier prenda con estampados de reptiles no está autorizada al poder causar “ansiedad”.
Además, han defendido que “los oficiales de seguridad tienen el derecho de decidir si un artículo podría perjudicar a otros pasajeros o a la tripulación”. El caso ha sido publicado en las redes sociales donde ha recibido numerosos comentarios apoyando ambas partes.
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