“Nunca pude imaginar que mi PLD descendiera a niveles tan bajos”

Por: Jimmy García (Presidente Comité Intermedio de Santiago)

Hoy, cuando estamos a un día de la celebración del 42 aniversario de la fundación del Partido de la Liberación Dominicana, debiera ser de festejo total, pero para mí no lo es. Siento un gran dolor en el alma, porque nunca pude imaginar que mi PLD descendiera a niveles tan bajos y abyectos con las  actuaciones de este domingo, hechos que creíamos eran solo propios del Partido Revolucionario Dominicano, pero ya no podemos criticárselo a otros.
Los compañeros recordarán que en una asamblea en la Gobernación de Santiago, con la presencia de Radhamés Segura le sugerí a la Comisión Nacional Electoral que designara supervisores permanentes en los colegios electorales,  con la autoridad suficiente de anular las votaciones si se producían irregularidades; esto así porque los ánimos estaban muy tensos, decía, y podría haber sangre o algún muerto. Algunos compañeros vieron remota esa posibilidad, pero miren lo que ha pasado: ¡Una tragedia!
Este partido ya está agrietado porque se ha apartado y ha renegado los principios que le dieron origen,  ya el respeto se ha perdido a todos los niveles y todo eso tiene sus culpables: Los que dirigen las malditas corrientes.
Cuando se realizó aquel Congreso Nacional de Dirigentes en el Hotel Hamaca, en Boca Chica,  para discutir el tema de “abrir el Partido”, la famosa apertura, mi exposición giró en torno a mi oposición a esa perspectiva aviesa, porque yo decía que nosotros en el 90 éramos 33,000 miembros y habíamos ganado, pero si lo abríamos iban a llegar los oportunistas, los tigueres y la delincuencia de la sociedad y no los íbamos a controlar y, miren los resultados. Esa apertura se llevó hasta los Círculos de Estudios, garantía efectiva de formación política y de disciplina. Y lo más lamentable fue, que su desaparición ocurre en la Era del Conocimiento.  ¡Cuánta torpeza!
Me apena ver cómo estamos; que hasta somos capaces de cancelar o degradar a compañeros de una institución estatal porque tiene una simpatía diferente a la que tiene quien dirige esa institución, pero que es una simpatía por un compañero de su propio partido y, lo que es peor, hoy nos atrevemos a cercenar la vida de un compañero porque también tienen otras simpatías. Y en dentro de esos abominables se percibe la presencia maldita  de una corriente  hematófaga y, lo peor, la visibilidad del narcotráfico criminal.
¿Quién de los compañeros que llegamos ayer al Partido imaginó alguna vez semejante situación deleznable?
Hoy recuerdo con nostalgia lo orgulloso que se sentía el compañero Eduardo Nova cuando culminaba la escogencia de los compañeros durante el proceso de un determinado Congreso Elector. Él hablaba de la paz, la disciplina, el orden y el respeto, el aprecio que nos profesábamos el uno hacia el otro. Se manifestaba un ambiente de camaradería.
Hoy, hasta nos atrevemos a hacer acciones fraudulentas y tramposas para subyugar a compañeros meritorios, henchidos de dignidad y moralidad que otros no tienen.
El futuro de mi partido lo veo triste y lúgubre.
Y lo que decepciona más es que para estos actos delincuenciales y bochornosos no habrá sanciones, dentro del Partido, ni para sus arquitectos y albañiles tampoco.
Los compañeros que creen y aman este partido prepárense porque su desaparición ya está en marcha, ya se ha dado el primer paso: “La cualquerización”.
Esta,  que fue la obra maestra de Juan Bosch, manos expertas la están empujando al abismo mediante un plan bien diseñado: Destruir este instrumento de lucha que le creó esperanzas a este pueblo subyugado desde siempre, que hizo que la clase obrera volviera a creer en las utopías y que el campesino volviera a construir sueños realizables.
Hoy he sentido un dolor en mi alma cuando he visto en la prensa televisiva esas imágenes desgarradoras y vergonzosas. Hechos que nunca se habían producidos entre nosotros, pero que pudieron haberse evitado; porque, ¿para qué se mandaron a hacer encuestas? Las encuestas hablaron, pero había una intención malsana, porque es la primera vez que un miembro del Comité Político es sometido a competir en unas primarias, sino recuerden el caso de Rafelito Serulle y Ramón Ventura Camejo. Impusieron a Camejo por ser miembro del Comité Político.
Otro hecho lamentable es que tenemos un Comité Político donde el desarrollo político dejó de manifestarse en algunos y, en otros, nunca lo ha hecho. Ahí hay compañeros que no tienen muebles en sus cabezas o en sus cerebros y otros los muebles que tenían se los comieron las polillas.
En las postrimerías de este día siento mi corazón atribulado, pero mantengo la esperanza de que aparezca uno o varios  compañeros que no sólo tengan carisma, sino también carácter y que rescaten la disciplina y el respeto en nuestro Partido para evitar que esos hechos vituperables orquestados por tipejos inverecundos no sean reeditados en el futuro.
¡Volvamos a nuestro origen!
¡Viva la Memoria de Juan Bosch!