Que entreguen los pedófilos

POR:  Ernesto Guerrero
guerrerocamiloe@gmail.com

Las Naciones Unidas han lanzado un devastador informe en el que acusan al Vaticano de violar la Convención de los Derechos del Niño respecto a los abusos sexuales. La ONU entre otras cosas, fustigó el “código de silencio” que se han adoptado al no denunciar a los violadores ante las autoridades competentes. El Vaticano estableció reglas instruyendo a los obispos a denunciar los casos de abuso a la policía local, sin embargo en el caso del Nuncio, el Cardenal, fue directamente a Roma, soslayando la justicia local,negó públicamente desconocer el lugar y las razones de la partida, y finalmente recriminó a Monseñor Agripino por haberlo hecho público.

En su informe, la ONU exige al Vaticano que entreguen a los curas pedófilos, sin embargo en el caso dominicano estas demandas han resultado infructuosa, y las autoridades de la iglesia de aquí y de allá parece no han reconocido el alcance de los crímenes cometidos, tampoco se han tomado las medidas necesarias para atender y proteger a las víctimas.

Los padres de esos niños que responsablemente hicieron las denuncias además de sentirse discriminados y estigmatizados, han visto burladas sus demandas de justicia, teniéndose que conformar con la pena más grave del derecho canónico – por abuso de menores — que es la expulsión del sacerdocio. La iglesia sabe que el compensar a las víctimas y llamar a rendir cuentas a los encubridores abriría las puertas para que se hicieran públicas las decenas de casos que hoy existen, por tal razón, el Nuncio, y los curas pedófilos de Juncalito, Bonao , Constanza e Higuey seguirán disfrutando de ese manto de impunidad.

Las máximas autoridades de la Iglesia en lugar de atender estas justas demandas, continúan de la mano con “El Cesar” distrayéndonos con los temas de los anticonceptivos, abortos y el matrimonio gay. La familia dominicana debe estar alerta al bienestar de sus hijos y tomar precauciones al momento de dejarlos solos con hombres adultos en el hogar, escuela o iglesia, sobre todo si están “ensotanados”, ya que estos últimos, parecen ser inmunes a la justicia terrenal.
Fuente: El Nacional