La lluvia, interpretada por el poeta, ensayista y político Tony Raful como una bendición de Dios, acompañó el emotivo momento en el que familiares y amigos dieron el último adiós al músico, nacido en Higüey 73 años atrás y quien murió a causa de un cáncer en la vesícula el pasado domingo.
“Deja huellas imborrables en favor de los músicos; gremialista de vocación, de fortaleza y de servicio”, expresó Raful durante el sepelio de quien fuera presidente de la Asociación de Músicos, Cantantes, Actores, Locutores y Bailarines (Amucaba).
A pesar de haber nacido en la mencionada ciudad del Este del país es en Baní donde la impronta de este gestor tuvo incidencia, de cuya Banda Municipal fue director.
Es por eso que los músicos de esta entidad acompañaron a Botello a su última morada, entonando “Más cerca de tí, Dios mío”, bajo una lluvia que aportó dramatismo al momento.
“Siempre estuvo anhelando que la música volviera a los parques”, sostuvo Ramón Corporán, expresidente de Amucaba y músico de la orquesta Santa Cecilia, al hacer uso de la palabra.
En nombre del alcalde de Baní, Chacho Landestoy, estuvo presente Madeline Cabrera, gerente financiera del Ayuntamiento Municipal. HISTORIA Y FAMILIA
Amable Enrique Botello Valdez nació en Higuey el 17 de abril de 1938.
Según su hijo, Amable Botello González, a la temprana edad de 17 años, y por recomendación del maestro Luis Rivera, fue escogido por él para dirigir la Banda de Música de Baní, en donde además fue profesor de la Academia de Música y fundador del coro.
Casado con la señora Milagros González, con quien procreó siete hijos, de los cuales solo viven seis ya que uno falleció.
Se informó que será al cumplirse el primer del del deceso, el próximo 3 de agosto, será celebrada una misa en la Catedral Nuestra Señora de Regla.
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escrito por Pachico Tejada
pachico.tejada@listindiario.com
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