
- El Ejército colocó obstáculos en el aeropuerto e impidió aterrizar al avión del presidente depuesto, que voló después a Managua.
- Decenas de miles de opositores al golpe fueron a esperarle y se encontraron con una 'muralla militar'.
- Los enfrentamientos se han saldado también con varios heridos.
- El Gobierno interino, que había pedido a Zelaya que no volviese para "evitar un baño de sangre", ha impuesto el toque de queda.
El avión en el que el depuesto presidente hondureño, Manuel Zelaya, pretendió este domingo regresar a su país aterrizó finalmente en Managua, Nicaragua, tras no poder hacerlo en el aeropuerto de la capital de Honduras, Tegucigalpa.
El aparato llegó a sobrevolar el aeropuerto durante varios minutos, pero vehículos militares colocados en las pistas por el Ejército hondureño le impidieron tomar tierra.
Según declaró el propio Zelaya desde el avión a la cadena de televisión interestatal Telesur, con sede en Caracas, le llegaron a advertir de que el vuelo sería interceptado por la fuerza aérea.
Mientras, en las inmediaciones del aeropuerto, la tensión se desató. Decenas de miles de partidarios del presidente depuesto habían marchado hacia el aeródromo para esperarle y se encontraron una 'muralla militar' que les impidió seguir avanzando con cargas y gases lacrimógenos. Según fuentes policiales, y aunque no existía aún confirmación oficial, los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden se habrían saldado con al menos dos muertos y varios heridos. El aeródromo fue cerrado por la Policía.

Tras los disturbios, el nuevo Gobierno de Honduras anunció que el toque de queda entraba en vigor a partir de las 18.30 horas (00.30 GMT) de este domingo.
Según informó desde Washington el canciller (ministro de Exteriores) venezolano, Nicolás Maduro, el avión de Zelaya había despegado de la capital estadounidense a las 19:10 GMT: "El avión parte hacia Tegucigalpa en este mismo minuto", dijo Maduro.
La intención inicial de Zelaya era llegar a Honduras, e incluso ordenó en pleno vuelo al Ejército que le dejasen aterrizar en su país. Ningún jefe de Estado le acompañó en el avión.
Por su parte, el nuevo canciller (ministro de Exteriores) de Honduras, Enrique Ortez, advirtió de que no se dejaría entrar al avión en el que el depuesto presidente pretendía regresar al país, tras el golpe de Estado.
"Con el respaldo del presidente de la República y las Fuerzas Armadas, como canciller he dado instrucciones de que no dejen entrar el avión", declaró Ortez a la prensa. La Dirección de Aeronáutica y otras autoridades "tienen instrucciones de no dejar entrar al avión, venga quien venga" en él, prohibición válida para todos los aeropuertos nacionales e internacionales del país, explicó.
Una semana
Este domingo se cumplió una semana del derrocamiento de Zelaya por los militares y su expulsión a Costa Rica, tras lo cual el Parlamento eligió como presidente del país a Roberto Micheletti, hasta ese día jefe del Parlamento y tercero en la línea de sucesión constitucional (el vicepresidente renunció en 2008).
Según el nuevo gobierno, Zelaya es objeto de una "orden de captura acusado de delitos en relación con una consulta que pretendía celebrar el domingo anterior con la intención de instalar una Asamblea Nacional Constituyente", que había sido declarada ilegal por diversos órganos del Estado. El Gobierno de Micheletti, la Iglesia católica y otros sectores han pedido a Zelaya que desista de volver al país para evitar "un derramamiento de sangre".
Tensión en la frontera
Por su parte, el nuevo presidente de Honduras, Roberto Micheletti, aseguró este domingo que hay movimientos de "algunas tropas" nicaragüenses hacia la frontera común y pidió a los mandatarios de Nicaragua, Daniel Ortega, y Venezuela, Hugo Chávez, que respeten la soberanía del país.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, afirmó que "es totalmente falso" que el Ejército de este país haya desplazado tropas hacia la frontera norte con Honduras.
"Juro ante Dios que Nicaragua no está desplazando tropas hacia Honduras", dijo Ortega por teléfono a Radio Ya.
El aparato llegó a sobrevolar el aeropuerto durante varios minutos, pero vehículos militares colocados en las pistas por el Ejército hondureño le impidieron tomar tierra.
Según declaró el propio Zelaya desde el avión a la cadena de televisión interestatal Telesur, con sede en Caracas, le llegaron a advertir de que el vuelo sería interceptado por la fuerza aérea.
Mientras, en las inmediaciones del aeropuerto, la tensión se desató. Decenas de miles de partidarios del presidente depuesto habían marchado hacia el aeródromo para esperarle y se encontraron una 'muralla militar' que les impidió seguir avanzando con cargas y gases lacrimógenos. Según fuentes policiales, y aunque no existía aún confirmación oficial, los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden se habrían saldado con al menos dos muertos y varios heridos. El aeródromo fue cerrado por la Policía.

Tras los disturbios, el nuevo Gobierno de Honduras anunció que el toque de queda entraba en vigor a partir de las 18.30 horas (00.30 GMT) de este domingo.
Según informó desde Washington el canciller (ministro de Exteriores) venezolano, Nicolás Maduro, el avión de Zelaya había despegado de la capital estadounidense a las 19:10 GMT: "El avión parte hacia Tegucigalpa en este mismo minuto", dijo Maduro.
La intención inicial de Zelaya era llegar a Honduras, e incluso ordenó en pleno vuelo al Ejército que le dejasen aterrizar en su país. Ningún jefe de Estado le acompañó en el avión.
Por su parte, el nuevo canciller (ministro de Exteriores) de Honduras, Enrique Ortez, advirtió de que no se dejaría entrar al avión en el que el depuesto presidente pretendía regresar al país, tras el golpe de Estado.
"Con el respaldo del presidente de la República y las Fuerzas Armadas, como canciller he dado instrucciones de que no dejen entrar el avión", declaró Ortez a la prensa. La Dirección de Aeronáutica y otras autoridades "tienen instrucciones de no dejar entrar al avión, venga quien venga" en él, prohibición válida para todos los aeropuertos nacionales e internacionales del país, explicó.
Una semana
Este domingo se cumplió una semana del derrocamiento de Zelaya por los militares y su expulsión a Costa Rica, tras lo cual el Parlamento eligió como presidente del país a Roberto Micheletti, hasta ese día jefe del Parlamento y tercero en la línea de sucesión constitucional (el vicepresidente renunció en 2008).
Según el nuevo gobierno, Zelaya es objeto de una "orden de captura acusado de delitos en relación con una consulta que pretendía celebrar el domingo anterior con la intención de instalar una Asamblea Nacional Constituyente", que había sido declarada ilegal por diversos órganos del Estado. El Gobierno de Micheletti, la Iglesia católica y otros sectores han pedido a Zelaya que desista de volver al país para evitar "un derramamiento de sangre".
Tensión en la frontera
Por su parte, el nuevo presidente de Honduras, Roberto Micheletti, aseguró este domingo que hay movimientos de "algunas tropas" nicaragüenses hacia la frontera común y pidió a los mandatarios de Nicaragua, Daniel Ortega, y Venezuela, Hugo Chávez, que respeten la soberanía del país.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, afirmó que "es totalmente falso" que el Ejército de este país haya desplazado tropas hacia la frontera norte con Honduras.
"Juro ante Dios que Nicaragua no está desplazando tropas hacia Honduras", dijo Ortega por teléfono a Radio Ya.
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