El problema no sólo se comenta entre motoconchistas, amas de casa, líderes religiosos, sino que se palpa fácilmente al recorrer las calles de algunas de las barriadas del lugar. Las aguas residuales bañan la mayoría de las calles de los barios San Francisco y La Florida, desprendiendo un olor fétido que lleva malestar constante a sus moradores.
La situación se torna peor en el barrio La Florida, donde existe un registro de una cloaca roto y que por años se ha mantenido contaminando y llenando de heces fecales las calles y viviendas aledañas, cuando se desborda.
"Aquí no se aguanta el vaho a ninguna hora, pero cuando se desborda esa cloaca es mucho peor, uno tiene que abandonar la casa" comenta Andrea Cayetano, residente en la calle Ursula Morel, del sector.
También Emilio Severino, cuya residencia está ubicada encima de la cañada que conduce las aguas cloacales, asegura que su familia, igual que otras cinco que viven en el mismo lugar, tienen que andar con las narices tapadas para soportar el mal olor. "Aquí uno se vive enfermando constantemente del estómago y de la cabeza por la contaminación que sale de ahí, pero nadie hace nada". El señor, de 45 años de edad, todos vividos en el lugar, asegura que el problema de la cañada data desde que era pequeño y que las autoridades sólo lo ven, y no hacen nada por resolverlo, alegando que cuesta mucho dinero. Recuerda que en una ocasión, la humedad que mantiene el registro cloacal empezó a dañar la misma avenida, y que a raíz de eso, se hicieron algunos trabajos de corrección de la fuga, pero que no fueron suficientes y ahora siempre que llueve las heces fecales suben hasta la avenida.
Aunque se intentó conseguir una versión de la alcaldía, ésta estuvo cerrada el sábado y su titular, Karina Aristy, no se encontraba en la ciudad, según se informó en casa de su padre, el senador Amable Aristy Castro, quien tampoco estaba presente.
El recorrido de las aguas residuales llegan hasta el río Duey, que bordea varios de los barrios de la parte este de Higüey. En este río rodeado de viviendas, se presentan como un vertedero lleno de basura en ambos extremos y de sus aguas, en las que unos niños juegan a pescar con una manta, se desprende un fuerte olor que, a los capitaleños, les haría recordar a Duquesa.
Más quejas
El dirigente cultural y comunitario, Félix Ramón Pío Tavárez, se queja de que en el municipio no existen servicios, pues asegura que aunque el casco urbano se vea limpio, la situación es muy distinta en las barridas y que los ríos todos requieren ser rescatados. También queja similar expresa Carmen Julián, y agrega la falta de luz, las drogas, los atracos, y los asesinatos, que según dice, matan a uno o dos constantemente.
Pero contrario a la percepción de la gente, en el destacamento de Policía, un encargado de robos (el coronel de la zona no estuvo disponible, porque era su hora de siesta) afirmó que desde hace dos meses la delincuencia ha bajado, al punto de que los partes diarios del municipio salen en blanco.
Elaborarán plan estratégico
El obispo de Higüey, monseñor Nicanor Peña, quien mostró su preocupación por la falta de drenaje en el municipio, informó que en la actualidad se trabaja en la conformación de un comité para elaborar un plan estratégico de desarrollo para la provincia. Según dijo, ese comité reunirá a todos los sectores sociales y empresariales y gubernamentales de Higüey, y además de la contaminación, tratará otros temas de interés que están afectando a la comunidad, entre los que mencionó la falta de planteles educativos, la alta delincuencia y las drogas.
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